Pacientes de diálisis de Ribera Povisa realizan ejercicios con fines terapéuticos en las sesiones de hemodiálisis

El servicio de Rehabilitación, conjuntamente con el servicio de Nefrología de Ribera Povisa, ha puesto en marcha un Programa de Rehabilitación Intradiálisis (PRID) para que los pacientes con una enfermedad renal crónica realicen ejercicio terapéutico bajo la supervisión y las indicaciones de un fisioterapeuta durante las sesiones de hemodiálisis en el hospital.

Cuando el paciente acude a la consulta, el médico hace una evaluación inicial apoyado en varios cuestionarios, con los que determina si está indicado en su caso la aplicación del programa y en qué grado. El servicio de rehabilitación realiza varias pruebas funcionales para poder objetivar la situación del paciente y proponer un plan. Tras informar tanto al paciente como a sus familiares, y con su consentimiento, el servicio de rehabilitación elabora un programa de ejercicios individualizado y específico para las condiciones físicas de cada persona.

Una vez iniciada la sesión de hemodiálisis, cuando el paciente está ya conectado al monitor, se realizan varias series de ejercicios aeróbicos, anaeróbicos y de fuerza, guiados por los profesionales sanitarios.

El fisioterapeuta dirige las sesiones, que duran unos 45 minutos, y comprueba que los ejercicios se adecúan a las condiciones del paciente en el día del tratamiento. En caso de presentar dolores o bajadas de tensión, tanto antes como durante la sesión, se ajustan los ejercicios o bien se suspende la actividad. Asimismo, médico y fisioterapeuta realizan un seguimiento periódico de cada paciente para evaluar sus beneficios, y modificar, de ser necesario, la frecuencia, intensidad, duración y tipo de ejercicio.

“Como es una patología crónica lo que buscamos es mejorar la calidad de vida, hacer a los pacientes más funcionales, bajar los índices de discapacidad y, sobre todo, mejorar la fuerza y su capacidad aeróbica”, explica el fisioterapeuta Brais Sousa Estévez, que dirige las sesiones en la unidad de hemodiálisis de Povisa tres veces por semana. “Empezamos con el programa a finales de febrero y estamos trabajando semanalmente con cuatro pacientes que se han mostrado siempre muy colaboradores”.

El programa de rehabilitación intradiálisis aporta beneficios a los pacientes tales como aumentar la agilidad y flexibilidad corporal, prevenir la sarcopenia y la osteopenia, aumentar la energía, ayudar a controlar la diabetes y colesterol, reforzar los sistemas cardiovasculares y circulatorios, y mejorar el estado de ánimo, además de hacer más llevaderas las sesiones de hemodiálisis que suelen durar unas 4 horas.

Asimismo, se instruye a todos los pacientes para que incluyan estas rutinas y ejercicios de forma autónoma en casa, una vez adaptados a sus condiciones.

“Tras los buenos resultados obtenidos en estos meses, esperamos poder ampliar el programa al resto de turnos de diálisis”, explica Carlos Cáceres, supervisor de Rehabilitación de Povisa. “La intención es que estos programas de ejercicios terapéuticos puedan ser aplicados en otros servicios y que se vean beneficiados pacientes de otras áreas, tales como los oncológicos, geriátricos o los ingresados en UCI”.

Los últimos estudios revelan que en España aproximadamente 7 millones de personas padecen una enfermedad renal crónica y que unas 64.600 están en tratamiento renal sustitutivo. En la última década, el número de pacientes que necesitaron diálisis o trasplante renal aumentó un 11%.