Nigrán descarta excavar en el castro de Panxón

El castro de Panxón en Nigrán no será objeto de excavaciones, al menos por ahora; sin embargo, los restos arqueológicos que quedaron al descubierto a consecuencia de las fuertes precipitaciones caídas en el último mes podrían ser recuperados para su posterior exposición al público. Las trombas de agua motivaron el desprendimiento de más de 25 metros cuadrados del cantil norte de la península situada en la parte trasera del náutico, dejando a la vista varios fragmentos de molinos naviculares, tégulas y cascotes en donde las primeras hipótesis apuntan a que podrían haber formado parte de muros de contención o de una vivienda común de la etapa romana, tal y como indicó el arqueólogo local Gustavo Pascual Hermida en su blog “Más que petroglifos” hace poco más de una semana.

El alcalde Juan González explicó que descarta la primera opción principalmente porque el yacimiento se encuentra en suelo privado, pero esto no quita que se estudie la posibilidad de rescatar los diferentes elementos esparcidos ladera abajo dado que técnicamente se encuentran fuera de los lindes de la propiedad. Ayer mismo acudió con especialistas de la Cooperativa Árbore, la misma entidad encargada de las actuaciones en el poblado de Chandebrito, que analizarán la zona y asesorarán sobre los pasos necesarios para proceder a su extracción y de este modo salvaguardar las piezas de los amigos de lo ajeno. Precisamente uno de los grandes temores de Gustavo Pascual es que la zona sea objeto de expoliación y que los restos acaben como atrezo en propiedades privadas. El investigador no solo asegura que esta posibilidad es muy factible, sino que confirmó la manipulación de diferentes elementos. Entre ellos, trozos de tres molinos naviculares que fueron apilados en una zona poco visible con la clara intención de que pasasen desapercibidos a fin de poder sacarlos en el momento adecuado.

El hecho de que estos elementos se remonten a la cultura castreña refuerza la idea que en Panxón se sucedieron al menos dos etapas sobre todo y teniendo en cuenta que en esta zona la familia Puga encontró a finales del XIX el mosaico en proceso de repatriación desde Nueva York. Pascual considera que los restos al descubierto, amortizados, podrían haber sido reutilizados en edificaciones romanas. Con todo, reitera que un estudio pormenorizado o al menos unas catas aclararían muchas dudas al respecto.