El BNG de Gondomar, ante la inacción del gobierno local, fuerza al Alcalde a convocar la Junta de Portavoces para agendar el debate de temas importantes para el ayuntamiento. La solicitud, firmada también por los demás portavoces de la oposición, insta a hacerlo, con carácter urgente para el miércoles 25 de octubre, con el fin de comenzar a hablar del suministro del agua en Vilaza, del plan municipal de inundaciones y de la humanización de la Alameda. “Tiene el deber de convocarla, tal como recoge el reglamento orgánico municipal (ROM), al estar firmada la solicitud por dos o más miembros. Y es urgente hacerlo para dar los debates, acercar soluciones y procurar acuerdos de cara al próximo pleno”, explica Manuela Rodríguez, portavoz del BNG.
No caso del problema del agua en Vilaza, el BNG ya había solicitado incluir el tema en la junta extraordinaria que el Alcalde había convocado para el día 4 de octubre para tratar la humanización de la Alameda. A pesar de que en un mensaje de WhatsApp el Alcalde respondía que “prefería dejar esa junta para la semana siguiente”, “a día de hoy -tres semanas después-, aún no fue convocada”, lamenta Rodríguez.
En el referido al plan municipal de inundaciones, el Bloque ya denunció la gravedad de que, entrando ya en plena época de lluvias, Gondomar no cuente aún con un protocolo de actuación municipal ante el riesgo de inundaciones. “Queremos colaborar para evitar situaciones como las de la Navidad pasada. Para eso es fundamental que nos juntemos y que el gobierno local informe de las medidas tomadas hasta ahora y de las que, aun en ausencia de plan aprobado, se podrían poner en marcha en la actualidad de producirse crecidas”.
Y en lo que respecta a la humanización de la Plaza Alameda, después de haberse retirado del orden del día del pleno del pasado martes 17 el punto referido a la adjudicación de la obra, en el BNG esperaban que, “en vista de la prisa que tenía el Alcalde por aprobarlo”, se les convocara inmediatamente. Tal como Rodríguez explicó en el pleno, “la retirada pretendía ganar tiempo para aclarar la situación real y para poner encima de la mesa los problemas e incertidumbres que se generaron alrededor del proyecto, y que van más allá de la existencia o no del tráfico rodado en la calle Manuel Losada: el paso o la desviación del tráfico, la falta de aparcamiento, la situación del comercio durante el período de las obras de humanización y después de esta. “Pero tampoco”, lamenta Rodríguez, “en vez de tratar de poner en común y de crear consensos, Ferreira prefiere seguir haciéndose la víctima y salir diciendo que está “cansado y harto de dar explicaciones”. Esa es su forma de asumir la labor de gobierno en minoría, ¡y luego somos nosotros las irresponsables!”, finaliza.
