El BNG de Gondomar insta a la Xunta de Galicia a habilitar la AG-57 como alternativa durante las obras destinadas a reducir el riesgo de inundaciones en el ayuntamiento, que supondrán la demolición del puente de la calle de Curros Enríquez. La organización nacionalista lamenta que ni el Gobierno gallego ni el municipal cuenten con un plan para canalizar el intenso tráfico que circula a diario por esta vía.
“Ni la carretera Vincios-Couso ni el centro de Gondomar pueden soportar tanto vehículo, y los camiones y autobuses simplemente quedarían atascados”, advirtió la concejala y candidata del BNG a la Alcaldía de Gondomar, Manuela Rodríguez, que alertó del “grave problema de seguridad” que va a provocar durante el tiempo de ejecución de la obra, con una duración prevista de un año como mínimo.
Rodríguez solicitó en ese sentido una reunión urgente con el Ayuntamiento y la Xunta para explorar alternativas que, a juicio de las nacionalistas, pasan por dar acceso “libre y gratuito” a la AG-57 para convertirla en una circunvalación de uso obligatorio para todo el tráfico que no tenga como destino la villa de Gondomar.
Desde el frente nacionalista urgen a buscar una solución antes de que comience la demolición del puente de la calle de Curros Enríquez y la construcción de uno nuevo de más amplitud para facilitar el paso del agua en momentos de crecida en la zona en que se juntan los canales de los dos ríos.
