
Manifesto Miñor pondrá en conocimiento de las autoridades competentes el reciente asfaltado del Torreiro de Mañufe llevado a cabo por el Ayuntamiento de Gondomar, “que como mínimo está en el límite de la legalidad”, comenzando por Patrimonio de la Xunta de Galicia sin descartar otras instancias judiciales. “Como en los mejores tiempos del caciquismo más rancio, ahora modernizado por las Redes Sociales y de la mano de un alcalde que presume de lo contrario y, obviamente con la bendición de la Diputación Provincial, vuelve a oler a asfalto fresco por los carreros y los torreiros de la parroquias de Gondomar. Eso sí, en lugares escogidos por el Sr. Ferreira donde ejercer y alimentar un clientelismo político desaforado que algunos creíamos desterrado de nuestro ayuntamiento. Por suerte, los vecinos hace tiempo que saben distinguir las actuaciones electoralistas de las que son en beneficio de la mayoría. Actuar a la desesperada da la medida del temor a que tiene el Sr. Alcalde a perder la poltrona y todo que eso conlleva. En esta tesitura debe estar el Sr. Ferreira para atreverse a asfaltar de manera inmisericorde el Torreiro de Mañufe”, declara Antonio Araújo.
Para el portavoz de Manifesto Miñor este asunto tiene más gravedad de lo que parece. “Primero porque promovió una actuación con dinero público en una propiedad privada cuya titularidad es del Obispado de Tui-Vigo. Segundo porque perpetró un asfaltado en un espacio de indudable valor patrimonial donde existe una iglesia de estilo Barroco Gallego del S. XVIII construida sobre los restos de otra Románica del S. XII, a mayores de un cruceiro también Barroco o de un palco cuya construcción en piedra es un buen ejemplo de la maestría de los canteros de la zona. Y en tercer lugar porque todo esto fue realizado sin los pertinentes estudios, proyectos y autorizaciones de Patrimonio por ser elementos catalogados y protegidos”, denuncia Araújo. “Dicho esto, nadie niega que dicho torreiro precisaba de algunos cuidados, ahora bien, al Ayuntamiento solo le correspondería colaborar con la propiedad y procurar que no se estropeara un importante legado patrimonial insertado en una zona donde a su lado está situado el Pazo da Escola y otras construcciones singulares. Con semejante actuación el gobierno municipal demostró muy poca sensibilidad con nuestro Patrimonio Cultural, por no decir un nulo interés por el mismo”.
“La rapidez de esta actuación contrasta con la negativa del Alcalde a la hora de cubrir las necesidades en las parroquias del Ayuntamiento como son el arreglo de caminos, saneamiento, etc, que los vecinos le reclaman. Cuando esto ocurre siempre tiene a mano la disculpa que Patrimonio no lo permite o que la Intervención y la Secretaría municipales informan desfavorablemente. En este caso igual que para los cientos de levantamientos de reparo para pagar lo que a él le conviene, no tiene problema saltar por encima de la Ley. Claro, que el Torreiro de Mañufe es un excelente escaparate con mucha visibilidad y buena fotografía. El Sr. Alcalde, igual que el resto de ciudadanos, está obligado a cumplir la Ley, y en su caso con el encargo a mayores de hacerla cumplir. Preguntado por esto el Sr. Alcalde en el Pleno de esta semana, dio la callada por respuesta”, concluye Araújo.