La fase uno de urbanización del parque empresarial de A Pasaxe en Gondomar, paralizada hace ahora un año tras la denuncia interpuesta por la Asociación-Plataforma de Afectados por el Polígono A Garrida-Pasaxe, podría reactivarse este mismo mes. Así lo aseguró el presidente de la Asociación de Empresarios de A Pasaxe, Javier Díaz, que explicó que están a tan solo un informe para poder retomar las obras que les permitirán regularizar la situación del complejo de empresas, inmerso en un limbo desde su construcción en 1964. Según informó a este diario, tras recibir el de Gondomar y Vigo, están pendientes del documento de Medio Ambiente que dé el visto bueno a las modificaciones del proyecto exigidas en la sentencia emitida por Contencioso Administrativo Nº2 de Vigo el 30 de agosto de 2021, que contemplan la protección del río Calvo, de elementos patrimoniales y del Túnel de A Garrida, así como la implantación de una zona arbolada que divida la zona residencial de la industrial, todo ello recogido en nuevo informe de impacto ambiental y tramitado como un plan urbanístico y no sectorial, tal y como se aprobó en pleno.
Este avance fue posible gracias al acuerdo rubricado en noviembre entre Agapa y empresarios, que acordaron, de buena fe, abandonar la vía judicial a cambio de acatar las exigencias de la plataforma. Pese a todo, el Concello de Gondomar presentó un recurso de apelación a fin de salvar la situación y que finalmente fue desestimado por el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (Sala de lo Contencioso) en julio de este año, dando una vez más la razón a Agapa.
Los pasos a seguir una vez tengan el documento en la mano son relativamente sencillos, el alcalde Paco Ferreira deberá de informar en el pleno la adjudicación del proyecto a la empresa Copasa, ganadora del concurso en septiembre de 2021, que podría empezar en el plazo de mes y medio sin tener que repetir el proceso. La urbanización de A Pasaxe cuenta con dos fases. La primera, sobre 205.000 metros cuadrados de terreno asignada por 2,8 millones de euros logrados gracias a la fórmula de cooperación entre todos los empresarios. La segunda parte correrá por cuenta del Consorcio de Zona Franca de Vigo. Esta se realizará mediante expropiaciones y paralelamente a las tramitaciones iniciadas desde el Concello, que triplicarán la superficie útil existente en la actualidad y por un valor que rondará los 20 millones.
