La Xunta insta a los ayuntamientos a reducir en un 10% los consumos de agua no esenciales en diez días

FOTO: SANTY DOMÍNGUEZ // Estado do encoro de Baíña.

La Xunta de Galicia viene de instar a los ayuntamientos que se abastecen de los sistemas hidrológicos del sur de la provincia de Pontevedra a reducir en un 10% los consumos no esenciales en los próximos diez días. Esta fue una de las decisiones que el director de Augas de Galicia, Roberto Rodríguez Martínez, trasladó este mediodía a los ayuntamientos afectados por la activación de la alerta por sequía en el sistema de los ríos Verdugo, Baíña y Lagares (Sistema1) y de los ríos de Oia, O Rosal, que vierten a la Costa Atlántica (Sistema 2), con los que mantuvo una nueva reunión de coordinación.

También indicó que si esta situación no varía, este porcentaje se irá incrementando hasta un 35%, con el fin de estar preparados para la toma de decisiones, en caso de mayor gravedad. En ese sentido, recomendó a los ayuntamientos, como administraciones competentes de las redes de abastecimiento, adoptar las medidas necesarias para conseguir esta reducción y poder así alargar los recursos con los que se cuenta, dado que hay margen, a pesar de que los embalses cuentan con un 15% menos de los recursos medios propios de esta época del año.

Trasladó que los sistemas del sur de la provincia de Pontevedra son los que más preocupan, porque no registran las lluvias que sí se recogieron en otros puntos de Galicia a lo largo de estas últimas semanas. Con los datos recogidos a 13 de noviembre, los embalses de Eiras y Zamáns se encuentran al 41,64% y 38,83% de su ocupación respectivamente. El de Baíña, en Baiona, se sitúa en el 28,12%.

Roberto Rodríguez insistió que en la actualidad el abastecimiento a la población está garantizado, pero que este no es ilimitado. Recordó que la situación actual de alerta es consecuencia de una evolución progresiva, que se inició con la declaración de prealerta el pasado año, y de la que Augas de Galicia informó puntualmente. Recordó que en mayo ya se recomendó a los ayuntamientos la adopción de medidas para el control de los recursos hídricos, por lo que si la situación no revierte será necesario avanzar en la reducción de los consumos no esenciales, en la reducción de caudales y, por último, alterar la capacidad de abastecimiento a la población.