
Los especialistas del Grupo Ribera aseguran que “la vacuna reduce el riesgo de tener que consultar al médico por síntomas relacionados con este virus entre un 40% y un 60% por activación del sistema inmune que reconoce específicamente a las cepas virales”. El doctor Jorge Cavero, jefe de Medicina Preventiva del hospital Ribera Povisa, destaca que “cuanto mejor sea la cobertura vacunal, menor será la circulación del virus”, asegura.
Las autoridades sanitarias en España recomiendan la vacunación anual contra la gripe en niños con enfermedades que puedan llegar a complicarse, como asma moderada o grave, diabetes, enfermedad renal o inmunodepresión. De esta manera, los niños se encontrarán protegidos contra una enfermedad que puede desestabilizar la que padecen de base y disminuirán las tasas de asistencia sanitaria y hospitalización. Además, aunque estos niños enfermen de gripe, la vacuna ayudará a que les afecte de una forma más leve.
El doctor Cavero recuerda que “el año pasado, la cobertura de esta vacuna en la población infantil en Galicia -una de las regiones que ya la aplicó- fue de entre el 45 al 54%, y este año se espera superar estos porcentajes”. Con todo, añade, “la pasada temporada en Ribera Povisa realizamos 3.102 tomas de muestras, de las cuales 422 fueron positivas para la gripe, lo que supone que un 15,7 % de todos los pacientes atendidos tenían síndrome gripal”.
Los estudios sugieren que existe una menor transmisión del virus desde la persona vacunada a la persona susceptible además de una menor circulación del virus en la comunidad si existe una buena cobertura de la vacunal. Esto significa que si hay una alta cantidad de personas vacunadas, en especial aquellos más frágiles, es de esperar que exista una menor circulación del virus entre la población. “La clave es aumentar la oferta y vacunación tanto en niños como en personas mayores de 65 años”, apunta Cavero.
Pocos efectos secundarios y leves
Sobre los efectos secundarios de la vacuna de la gripe en los niños, el jefe de Medicina Preventiva de Ribera Povisa aclara: “Las vacunas antigripales tienen un perfil de seguridad elevado”. “Los efectos adversos más frecuentes son las reacciones locales, como enrojecimiento y dolor en la zona de la administración, que oscila entre el 5-20 % de casos. Estos efectos generalmente son leves y no requieren atención médica. La fiebre tras la vacunación en niños menores de 2 años se puede encontrar entre el 5,5 % y el 14 %”, explica.
“Eso significa que la mayoría de los niños vacunados no llegan a tener efectos secundarios. En todo caso, si existe la presencia de dolor o febrícula, es factible controlar de forma puntual los síntomas con el analgésico y antitérmico que indica normalmente el pediatra del niño. En caso de presencia de fiebre alta lo mejor es realizar una consulta con el especialista”.
Hábitos de higiene y evitar el contacto con el virus
El doctor Cavero recuerda que, aparte de la vacunación, “es importante adquirir ciertos hábitos que disminuyen la transmisión del virus de la gripe y otros virus respiratorios, como lavarse las manos frecuente, en especial después de limpiarse la nariz o limpiar la nariz al niño, taparse la boca al estornudar, eliminar los pañuelos desechables después de su uso, evitar el contacto cercano con personas enfermas, o sanas si uno se encuentra enfermo, y evitar la visita de familiares o amigos ingresados en hospitales si se tiene síndrome gripal o síntomas que nos hagan sospechar”.