El IEM advierte que el Parque Eólico Torroña I es una amenaza más para los garranos de la Groba

Este pasado viernes día 3 salió en el DOG la publicación para la exposición pública y período de alegaciones del Parque Eólico Torroña I. “Una amenaza más para todo el patrimonio natural y cultural de la Sierra de la Groba, y nombradamente para la pervivencia de los garranos, burras o bestias del monte y consecuentemente para la milenaria fiesta etnográfica de los curros”, advierten desde el IEM. “Estos días que vemos en medios de comunicación de todo el mundo la gran incidencia que tuvo la premiada película de Sorogoyen “As bestas”, y sus palabras de denuncia y apoyo en la gala de los premios del cine español de los Goya, nos congratulamos con los amigos de Sabucedo de ese apoyo recibido, y volvemos también a nuestras denuncias”.

“La gran amenaza que está sufriendo el patrimonio natural y cultural de nuestro país no tiene parangón, excepto el andazo de los fuegos, solo que en este caso concreto está apoyado por la propia administración que de una manera descarada ayuda a las empresas promotoras sin contar con los vecinos ni con las millares de quejas, denuncias y alegaciones que vienen haciendo todo el tejido asociativo ecologista y vecinal, incluso el Consello da Cultura Galega, la Universidad y la propia U.E, que vienen sistemáticamente denunciando el endeble empeño que pone la Xunta en proteger los parajes naturales, brañas, fauna, flora, paisaje… Se hacen leyes que luego no se cumplen o si obvian”, lamentan desde el IEM.

“En la Sierra de la Groba tenemos la amenaza continua de las pretensiones de varias empresas de instalar varios parques eólicos. De una manera fraudulenta, dividieron toda la sierra en dos ADEs y un área de investigación en reserva, y hasta fueron recogidos en el Plano Eólico de Galicia siete proyectos y sus poligonales, en las que se llevan promoviendo hasta ahora los parque eólicos de O Rosal, O Merendón, Torona, Albariño I y ahora el Torroña I. Con el movimiento opositor de los vecinos y de muchas asociaciones y con el apoyo de los plenos de los ayuntamientos de Nigrán, Baiona, Gondomar, Tomiño y O Rosal, excepto el de Oia que no se pronunció en pleno y que sepamos, tampoco hizo informes sectoriales negativos, se llevan parado todas las iniciativas por renuncia o por Declaraciones de Impacto Ambientales desfavorables”, recuerdan.

“Ahora tenemos en el DOG uno más, el Torroña I, y en los documentos sometidos a exposición pública no vemos que el EsIA recoja las afecciones y amenazas al mejor y más grande patrimonio vivo que tenemos en la Sierra de la Groba, las burras del monte, los garranos Equus ferus atlánticus, nuestras bestias. Todos los estudios de los parques eólicos que hemos visto, hechos y pagados por las empresas promotoras, olvidan en mayor o menor medida, el mayor patrimonio natural y cultural que hay en el sur de la provincia de Pontevedra. Con nuestro apoyo y solidaridad por delante, envidiamos a los amigos de Sabucedo que fueron quien de poner en el foco a sus bestias. Tuvieron la oportunidad y supieron aprovecharla. Pero nosotros también denunciamos, (y no solo hoy y ahora) llevamos muchos años haciéndolo, el gran peligro que supone para nuestras bestias este nuevo parque eólico que nos quieren instalar con torres gigantescas en las cumbres del Arieiro y de las Aradelas, en las tierras de Viladesuso y Burgueira, con una extensa red de evacuación que atraviesa toda la Groba hasta Barrantes, donde proyectan la subestación y donde principiará otro insulto con la evacuación eléctrica aérea hasta O Rosal”, continúan desde el IEM.

Tenemos en la Sierra de la Groba la población más numerosa de caballos salvajes del mundo, y la más genuina, según los científicos. Alrededor de 1.200 ejemplares entran en nuestros curros cada año, y ocupan todos nuestros montes, ayudando con su presencia al mantenimiento del mato bajo y a la convivencia con otras especies vegetales y animales. En los años 70 del pasado siglo XX teníamos en la Groba 2.100 garranos, y en Sabucedo 340. En el año 2.022 teníamos en la Groba 1.100 y en Sabucedo un máximo de 300. El declive en el número de ejemplares es tan evidente como alarmante y son múltiples las razones de esta merma, pero en lo que todo el mundo está de acuerdo es que la presión antrópica sobre los espacios en los que habitan es una de las más destacables.

“La Xunta de Galicia mira para otro lado y pasa de los garranos y de sus hábitats y desprecia lo que en todo el mundo se valora. Por ignorar, ni tan siquiera es comunicada la Dirección General de Ganadería, Agricultura e Industrias Agroalimentarias, para que emita un informe sectorial que analice las afecciones y amenazas sobre esta especie de los proyectos eólicos actuales. Para la Xunta los garranos simplemente no existen. ¿Por qué será? No podemos dejar que vengan de fuera, o de donde vengan, a explotar nuestros recursos y perdamos uno de los mayores valores naturales y culturales sin que nadie haga nada para parar su declive. Nuestras bestias llevan ahí mucho más tiempo que lo que nosotros llevamos, y no podemos permitir la industrialización salvaje de nuestras sierras amenazando su supervivencia”, concluyen desde el IEM.