
Gondomar se sumó un año más a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer con una concentración en la Plaza de las Escuelas Viejas en la que se procedió a la lectura de un manifiesto y también se guardó un minuto de silencio en especial por todas las mujeres que se vieron obligadas a abandonar su vida, sus trabajos y familias por la guerra de Ucrania.
Decenas de personas se sumaron a la concentración en la que el alcalde, Paco Ferreira, agradeció su presencia y recordó que las administraciones “tienen el deber de aplicar la perspectiva de género a la hora de gobernar y tomar decisiones, reiterando el compromiso de su gobierno con la defensa de las mujeres y en la consecución de una igualdad real en la sociedad”.
La presidenta de la Asociación de Mujeres Rurales de Gondomar, Irene Pereira, junto a la abogada del CIM local, Marta Pardo, y la concejala de Igualdad, Nuria Lameiro, fueron las encargadas de leer el manifiesto. En él recordaron “la fragilidad de los derechos alcanzados” y la necesidad de seguir conmemorando y manifestándose en el 8M porque “en pleno siglo XXI, las mujeres se ven aún obligadas a reclamar algo tan básico como tener los mismos derechos frente a los hombres. Los mismos derechos para unas que para los otros”.
Subrayaron que “no es una denuncia de unas pocas o de unas locas, como a muchas personas les gusta decir”, sustentando en las cifras y datos oficiales la realidad de la brecha salarial que existe entre hombres y mujeres, así como los efectos que sobre sus derechos tuvo la pandemia en los dos últimos años.
Desde Gondomar se instó a todos los organismos y entidades públicas y privadas, sectores productivos, y a la sociedad en general, “a ponernos las gafas lilas y a aplicar los principios de igualdad entre hombres y mujeres, garantizando el mismo trato, las mismas consideraciones y oportunidades, así como los mismos deberes y derechos”.