
Con motivo del Día Mundial del Cáncer de Mama, la Unidad de Linfedema del servicio de Rehabilitación organizó una sesión informativa sobre el linfedema, dirigida a pacientes. Así, una docena de mujeres operadas de cáncer de mama participaron ayer en esta jornada, que se desarrolló en el salón de Actos del Meixoeiro.
Los fisioterapeutas de esta Unidad ofrecieron información sobre esta patología y las pautas de prevención necesarias para evitar esta complicación tras la operación quirúrgica de lesiones mamarias.
El Linfedema del miembro superior secundario al tratamiento del cáncer de mama es una de las complicaciones más frecuentes tras la extirpación de los ganglios linfáticos, con mucha menor incidencia cuando sólo se produce la extirpación del ganglio centinela. De hecho, en estos casos, con una intervención fisioterapéutica precoz se puede prever esta complicación. El Chuvi apuesta por la prevención y la rehabilitación como tratamiento de esta patología.
Merma de la calidad devenida
El linfedema es un tipo de edema producido por una acumulación de linfa, un líquido orgánico rico en proteínas de alto peso molecular, que produce un aumento de tamaño o hinchazón de una extremidad o de cualquier otra zona del cuerpo. Cursa con dolor y limitación de movilidad, pudiendo presentar también lesiones cutáneas y mismo infecciones recurrentes como celulitis o linfaxite. Además de estos cambios físicos, los pacientes que lo padecen pueden desenrollar alteraciones psicosociales que limitan su calidad de vida.
Según explica Amparo García, coordinadora de Fisioterapia del Hospital Meixoeiro, “el tratamiento combina varias técnicas: el drenaje linfático manual, la presoterapia multicompartimental y el vendaje multicapa de baja elasticidad. Es un tratamiento largo, ya que cada sesión dura aproximadamente 60 minutos, y una vez finalizado el paciente debe utilizar una pieza de compresión hecha la medida de forma permanente”.
Trabajo coordinado con la Unidad de Mama
La Unidad de Linfedema del Chuvi, emplazada en el Hospital Meixoeiro, está formada por dos médicos rehabilitadores y cuatro fisioterapeutas especializados en técnicas de tratamiento físico específicas de linfedema.
Estos profesionales trabajan en coordinación con la Unidad de Mama. Se estableció un protocolo de derivación donde los pacientes tratados de cáncer de mama con bajo riesgo de desarrollar linfedema acuden a la “Escuela de Linfedema” donde se les enseña las medidas de prevención y autocuidado apropiadas. Por otro lado, los pacientes de alto riesgo son valorados periódicamente por los médicos rehabilitadores de la Unidad.
Diariamente se tratan16 pacientes, no sólo con linfedema secundario, sino también pacientes con linfedema primario donde la alteración del funcionamiento del sistema linfático es congénita; en algunos casos también se trata a niños. Esto supone una cifra de unos 3.000 tratamientos al año.
Las nuevas instalaciones garantizan la seguridad en la pandemia
La Unidad de Patología mamaria estrenó a principios de año nuevas instalaciones en el Meixoeiro, con una estructura que duplica la superficie de la anterior, con espacios amplios y cómodos para pacientes y trabajadores.
Según la coordinadora de la Unidad, Rosa Mallo, “el espacio actual permite los circuitos diferenciados de las salas de espera, diferenciando entre las salas para consultas y las de las pruebas de imagen; la nueva estructura los posibilitó, en la actual pandemia, preservar las distancias interpersonales y mantener la actividad de nuestra Unidad garantizando las condiciones de seguridad”.
608 intervenciones quirúrgicas
La Unidad de Patología de Mama, emplazada en el hospital Meixoeiro, ofrece un abordaje integral de las lesiones mamarias, tanto benignas como malignas. Así, en este hospital se centraliza, además de las pruebas de diagnóstico por imagen, todos los tratamientos quirúrgicos y radioterápicos de mama realizados en el Chuvi.
Los profesionales diagnostican 350 casos nuevos de cáncer de mama al año. El pasado año se realizaron 608 operaciones quirúrgicas, 7.771 consultas médicas, y 20.300 pruebas diagnosticas y técnicas intervencionistas. Entre estas, se puede subrayar los 9.498 estudios radiológicos (tomosínteses con reconstrucción mamográfica); 8079 ecografías; 759 resonancias magnéticas y 1.937 procedimientos intervencionistas de mama como biopsias, punciones, marcadores, etcétera.
También dispone de una “vía rápida” para casos de sospecha de carcinoma de mama; esto es, un circuito asistencial que garantiza que cualquier paciente con sospecha de una lesión mamaria sea atendida en esta unidad en menos de una semana. El pasado año atendieron por esta vía a 1.664 pacientes.
Asimismo, cuenta con una Consulta de Asesoramiento de Risco en Cáncer de Mama, que atiende a las pacientes que por franja de edad no son subsidiarias de una criba poblacional, pero que, por antecedentes personales o familiares, necesitan un seguimiento diferente.
En definitiva, el Meixoeiro dispone de profesionales altamente cualificados y de equipaciones tecnológicas más avanzados para el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad, que permiten gran precisión, lo que facilita el diagnóstico de cánceres muy pequeños y sutiles, y sobre todo en estadios más tempranos.