Nigrán reconocerá el estado de emergencia climática

El gobierno de Nigrán presentará una propuesta en el próximo pleno ordinario del lunes 30 de septiembre para reconocer el estado de emergencia climática y tomar las medidas correspondientes que se puedan soler desde el Ayuntamiento. La moción parte de Amigos da Terra, organización perteneciente a la Alianza por la Emergencia Climática.

Así, además del reconocimiento de la situación, entre los compromisos que asumirá el Ayuntamiento están la reducción de los gases de efecto invernadero hasta llegar al balance neto 0 en 2040, abandonar progresivamente los combustibles fósiles, promover el uso de las energías renovables…

Desde el Ayuntamiento de Nigrán se quiere alertar también de que el planeta, así como los seres vivos y los ecosistemas, se encuentran en grave peligro, siendo prueba de eso los recientes informes sobre el estado de la biodiversidad del IPBES y sobre el calentamiento global de 1,5 º C del IPCC, que advierten de un rumbo que lleva a la extinción de una gran parte de los ecosistemas terrestres. Un millón de especies están amenazadas por la actividad humana. El punto de no retorno frente al cambio climático se aproxima, no podemos cerrar la ventana de oportunidad para tomar las medidas fundamentales requeridas. No dar respuesta a la actual crisis eco-social supondría la muerte de millones de personas, y la extinción de especies imprescindibles para la vida en la Tierra.

En ese sentido, instamos a que se acepten las evidencias científicas, y sean reconocidas de manera pública. Reducir las emisiones y poner en marcha medidas de adaptación son las únicas maneras para proteger nuestro futuro y el de los actuales ecosistemas. La ciudadanía debe de entender la urgencia e irreversibilidad de esta lucha y los ayuntamientos deben desempeñar un papel clave en la formación, educación e información sobre el necesario freno a las emisiones y vital adaptación a las consecuencias del incremento de la temperatura global.

Declarar la emergencia climática requiere asumir el cumplimiento de compromisos políticos reales y vinculantes, establecer los compromisos políticos, normativas y recursos necesarios para garantizar reducciones de gases de efecto invernadero para llegar al balance neto cero no más tarde de 2040 y a ser posible antes de 2035, así como detener la pérdida de la biodiversidad y restaurar los ecosistemas como única respuesta posible para evitar un colapso de todos los sistemas naturales, incluido el humano. También abandonar los combustibles fósiles, apostando por una energía 100 % renovable de manera urgente y prioritaria. Para eso los gobiernos municipales deben analizar como lograr este objetivo y proponer los planes de actuación necesarios, entre otros, frenar nuevas infraestructuras fósiles, alcanzar el pleno autoconsumo eléctrico 100% renovable y una movilidad sostenible lo antes posible, crear espacios peatonales, fomentar la bicicleta y otros medios de transporte no contaminantes, reducir la demanda de energía hasta consumos sostenibles, promover el aumento de la eficiencia energética y de las instalaciones renovables, crear espacios educativos y la información a la población sobre la emergencia climática, alcanzar una política de residuo 0.