
El PSOE se impuso con holgura en la comarca del Val Miñor provocando cambios tan radicales como en Baiona, en donde por primera vez en 16 años los socialistas rebasaron a los populares por apenas 44 votos. Sin duda un cambio en la tendencia marcada en los últimos tiempos en cuanto a la intencionalidad de voto y que marca los principios de una transición. En cuanto a Nigrán las variaciones respecto a las Elecciones Generales de 2016 también son significativas, en donde el PSOE ganó con una diferencia de poco más de mil cien votos al PP; mientras que en Gondomar la ventaja fue un poco menor, situándose en torno a los 750. Cabe destacar la caída de la agrupación Unidas Podemos en toda la comarca, bajando de la segunda a la tercera fuerza más votada con una pérdida media de 7-8 puntos respecto a 2016, y el aumento en general del grupo liderado por Albert Rivera, con una ganancia media del 2,5% en toda la comarca.
Para los tres candidatos populares del Val Miñor el cambio radical producido en los comicios tiene una lectura entre líneas y no es otra que la fragmentación de la derecha frente a los votantes de una izquierda en masa que se posicionó claramente en contra de Vox. Aun así el partido de la derecha consiguió una porción de tarta entre el 5% y 5,5% en Nigrán y Gondomar frente al 6% logrado en la Real Villa. Además el aumento de participación del electorado es otro punto que deja entrever un clima de preocupación en el actual contexto alcanzando unos niveles medios que rondaron el 76% del sufragio activo que se decidió a pasar por las urnas el pasado domingo, frente al 70% de 2016.
Nigrán
La caída estrepitosa del Partido Popular llama la atención al perder nada más y nada menos que 2.000 seguidores, es decir, que los resultados obtenidos fueron un 50% más bajos que hace cuatro años. Unos datos que según el candidato Carlos Abal responde “al voto del miedo” y aunque no se pueda decir que la tendencia entre las generales y las municipales sea la misma, Abal admitió que “las cosas se nos van a poner un poco más difíciles”. Él y su grupo afrontarán los comicios del 26 de mayo con “otras expectativas” aunque con positivismo. El alcalde socialista, Juan González, por su parte se mostró muy satisfecho con los resultados obtenidos al obtener el PSOE un aumento de cerca de 1.500 votos, o lo que es lo mismo un 12% más que en 2016. González destacó la victoria de los socialistas en las siete parroquias de la localidad y mantiene que tienen todas sus esperanzas en que el electorado que se incline a los socialistas no se mantenga, sino que aumente de cara a las municipales. González mantiene que uno de los puntos fuertes para que su grupo pueda optar a una mayoría absoluta es “la buena relación que mantenemos con los vecinos”. Por debajo de las dos fuerzas más votadas se sitúan, por este orden, Unidas Podemos con siete puntos menos que en 2016, y Cs, que ganó casi medio millar de seguidores. Como sexta y sétima fuerza se sitúan el BNG y En Marea, con unos discretos 3,1 y 1,2 % de los votos, respectivamente.
Baiona
El cambio más significativo de tendencia es, sin duda, el producido en Baiona, tras el bajón obtenido por el Partido Popular, que rompe diametralmente la tónica de la mayoría absoluta de los últimos 16 años. Así pues el PP que, en 2016 obtenía 3.141 votos, el pasado domingo bajó a 2.048, mientras que el PSOE pasó de 1.258 a 2.092, lo que los sitúa a 44 votos, arrebatándole así su hegemonía. El alcalde de la Villa, Ángel Rodal, destacó la buena participación en los comicios y también hizo hincapié en el miedo a Vox por parte de los electores y declaró que afrontarán las municipales con ilusión, aunque reiteró que “los resultados obtenidos el pasado fin de semana llaman a la reflexión pero confío en que esta tendencia se rompa en mayo”. Cs por su parte superó la barrera del millar de votos y por debajo del 5% se sitúan BNG y En Marea con un 4 y un 1,2%, respectivamente.
Gondomar
Un total de 9.105 electores se decidieron a pasar por las urnas en la Condal, participando activamente en la supremacía del voto de izquierdas que se apoderó del resto de municipios y en donde engordó en más de 1.100 votos y 11 puntos respecto a 2016. El PP por su parte prácticamente los mismos resultados aunque en el sentido estrictamente opuesto. Perdieron algo más de 1.000 votos, lo que lo sitúa a 750 de los socialistas. El alcalde Paco Ferreira por su parte se mantiene confiado en que la tendencia se mantenga “para acabar de teñir el mapa electoral del azul al rojo”. Asimismo Ferreira apuesta por una mayoría absoluta que aleje a su grupo de una “fragmentación que pone un poco más difícil el gobierno”, aun así se mantuvo cauto y afirmó tener “los pies en el suelo”. La candidata popular a la alcaldía, Paula Bouzós, afirmó que el reflejo obtenido el domingo es preocupante, que “es una prueba más para seguir trabajando y tratar de que la trayectoria electoral cambie de cara a mayo”.
En tercer lugar, y como en el resto de municipios, se sitúa Podemos, que una vez más baja perdiendo 7 puntos, Vox estaría en quinta posición con 476 votos mientras que el BNG duplica sus seguidores en las urnas, aun así se mantiene en sexto lugar seguido por En Marea con 207.
La Baiona más fragmentada de los últimos 16 años
Pese a que en la villa marinera los datos obtenidos no fueron malos, sí que es cierto que el pasado domingo marcó un antes y un después en cuanto a intención de voto se refiere, ya que el de Baiona es un municipio en el que el Partido Popular se impuso al resto de grupos durante 16 años logrando en las cuatro últimas municipales mayorías absolutas. Pese a que no se pueden tomar al pie de la letra los resultados obtenidos el pasado domingo y aplicarlos a las del 26 de mayo, éstos marcan tímidamente la carta de ruta del electorado dejando entrever que los próximos cuatro años estarían marcados por la diversidad de colores en la Corporación baionesa, y en donde quedarían abiertos los gobiernos en coalición formados por tres o incluso hasta cuatro grupos diferentes en el peor de los casos. Un contexto parecido al vivido por Gondomar en los últimos años y que apunta a un posible cambio.