
Los tres ayuntamientos del Val Miñor organizaron el sábado día 20 el festejo para celebrar el día mundial de las abejas con el objeto de concienciar a la ciudadanía de la situación actual: las abejas están en peligro, están desapareciendo.
Uno de los enemigos más fuertes de las abejas y demás insectos, del medio ambiente y de la salud, es el uso generalizado que se está haciendo de los herbicidas, toneladas anuales en todo el mundo, un gran negocio para la industria agroquímica (Bayer-Monsanto) del que ahora estamos viendo la otra cara: enfermedades graves, alergias, mortalidad de las abejas e insectos, resistencia a los herbicidas que hacen que cada año se necesite echar en más cantidad, glifosato en los alimentos, en el agua…
Las vecinas y vecinos del Val Miñor pidieron en su día a los tres ayuntamientos que habían dejado de «limpiar» (envenenar la tierra y el agua) los caminos y calles con herbicidas químicos. Se presentó en los tres una moción contra el uso de herbicidas que fue aprobada en los ayuntamiento de Nigrán y Gondomar, pero no así en el de Baiona, que la rechazó.
En esta moción se les pedía a los diferentes grupos de gobierno que habían dejado de emplear herbicidas en sus ámbitos y habían instado a la Xunta de Galicia y Diputación a no darle uso en nuestras carreteras.
La Xunta de Galicia tiene nuestro Val Miñor plagado de herbicidas, como bien podemos observar en las carreteras hacia Vigo, Ramallosa-Gondomar, Baiona…, enormes extensiones quemadas quimicamente en las carreteras que son de su competencia, sin tener en cuenta zonas públicas, canales de recogidas de agua, cultivos.

Pedimos a nuestros alcaldes y representantes en los ayuntamientos del Val Miñor, amigos y defensores de las abejas, que sean coherentes y exijan a la Xunta de Galicia que deje de fumigar nuestras carreteras año tras año. Y al ayuntamiento de Baiona que deje de hacerlo también en su espacio y por su cuenta.
La limpieza puede hacerse mecánicamente como se hacía hasta hace poco,incluso últimamente disponemos de maquinaria al efecto. No es necesario este destrozo en medio ambiente y, por lo tanto, en la salud. No tiene sentido.
Diversos organismos oficiales internacionales (la OMS, la Oficina Estatal de Medio Ambiente para la Salud de California o la Agencia Europea de Substancias Químicas) confirman que el glifosato es potencialmente cancerígeno (linfoma «en el- Hodgkin», cáncer del sistema linfático…) y actúa como contaminante hormonal, entre otros peligros para la salud humana.
El glifosato, es el principal componente de los herbicidas, es el más vendido en todo el mundo. En España se comercializaron, en el año 2009, 22.333 toneladas de este producto. La cantidad aumenta progresivamente cada año.
«En España es el herbicida más vendido, están autorizados más de 100 productos cuya sustancia activa es el glifosato y se venden unos 15 millones de litros al año de estos productos» (Greenpeace España).
El herbicida es altamente soluble en el agua por lo que, al filtrarse, contamina ríos, pozos y arroyos. También se fija en el suelo, permaneciendo en él durante años y se va acumulando en la tierra cada año tras su uso. Es decir, que termina en nuestras aguas y por tanto en nuestros alimentos. Los análisis de Amigos de la Tierra revelan que en el 45% de las muestras de orina hay trazas de glifosato.
La respuesta de las administraciones para justificar su uso: es mas barato hacer así el mantenimiento. No tenemos claro que así sea ya que hay que contratar a una empresa especializada para hacer el trabajo y los productos cuestan. Y, aunque así fuera,no se pueden hacer cuentas se lo que está en juego es la salud de la gente y el cuidado de la tierra, del medio que nos da alimento y nos mantiene.
Comando Ghichas
Grupo de acción y concienciación social en el Val Miñor