La Junta de Gobierno Local aprobó este lunes la licitación del transporte público urbano de viajeros para los próximos nueve años, con la posibilidad de un año más de prórroga, con un presupuesto medio anual de 21,6 millones de euros.
“Un contrato para una gran mejora del transporte urbano en la ciudad”, avanzó el regidor al detallar algunos de los términos de la licitación del servicio para el período 2026-2034 por un importe de 195,9 millones de euros, 21,6 millones de media por año. Además, el conjunto del contrato con las tarifas abonadas por las personas usuarias se eleva a 468,6 millones de euros. La previsión municipal es que entre en vigor en el segundo semestre de 2026.
Tal y como explicó Abel Caballero, se trata de un contrato de servicios, que supone una prestación directa a favor de la ciudadanía, con un nuevo modelo que garantiza todas las condiciones para desarrollar un entorno de gestión dirigida directamente desde el Concello, a través de un gestor especializado. El objetivo del nuevo contrato es atender de forma prioritaria la demanda ciudadana, mejorando la eficiencia y la cobertura de toda la ciudad.
El contrato del transporte público urbano de viajeros incluye una inversión de casi 70 millones de euros: la renovación de 55 vehículos (41 eléctricos y 14 híbridos enchufables), la reforma integral de las cocheras para su electrificación, la incorporación de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial o el Big Data para la gestión y para mejorar la oferta y demanda y satisfacer al usuario, así como la potenciación de las posibilidades de gestión a través de la PassVigo.
El alcalde apuntó que el Concello aprobará una ordenanza que determinará las tarifas para el uso del servicio del transporte urbano, contemplando la diversidad de los perfiles de la tarjeta PassVigo, y debe incluir también la gestión del servicio del bus turístico.
“En Vigo los últimos años llevamos adelante una transformación urbana sin precedentes con grandes humanizaciones y el Vigo Vertical con rampas, ascensores y escaleras mecánicas que establecen un nuevo escenario de movilidad urbana”.
Así, concluye Caballero, el nuevo servicio de bus urbano avanzará hacia un “modelo dinámico, centrado en la demanda de la ciudadanía, con la incorporación de nuevas tecnologías y con la capacidad de garantizar la transición hacia la sostenibilidad ambiental con la renovación de la flota”.

