El candidato a la alcaldía de Gondomar por Manifesto Miñor, Antonio Araújo, se encontró esta mañana con un “recado” en el portal del garaje de su casa. “No es la primera vez que alguien habla de exterminarme. Quiero pensar que esto es cosa de algún hooligan descerebrado que aún no entendió cómo funciona una sociedad democrática y le hace caso a cualquier miserable. A mí no me van a callar pues no les tengo miedo, pero mi familia tiene derecho a vivir tranquila”.
“Quien me lleva siguiendo a lo largo de mi vida política y/o pública, que es muy larga y por eso incluso llena de incidentes y sucesos de todo tipo, sabe que nunca jamás hablé de mí mismo pues siempre entendí que las consecuencias de esa actividad no tenían por qué salpicar a mi familia o a las personas próximas que quiero. Hoy con vuestro permiso voy a hacer una excepción pues entiendo que se traspasaron líneas rojas intolerables en una sociedad que presume de democrática, y máxime, si hablamos de un ayuntamiento y de una villa donde nos conocemos todos”, afirma Araújo.
“No puedo ni quiero señalar a nadie pues no tengo pruebas, porque los cobardes que así actúan siempre lo hacen por la noche o embozados en el anonimato, pero sí quiero poner encima de la mesa el debate sobre la debilidad de esta democracia con muchos fallos que también tiene su versión populista en los ayuntamientos… y que algunos combatimos las más de las veces a pecho descubierto. He ahí están las consecuencias”, lamenta el candidato de Manifesto Miñor.
“Hagamos memoria y analicemos cómo se crea este caldo de cultivo. A finales de 2021 el Alcalde de Gondomar anuncia en un Pleno de la Corporación Municipal mi ‘inminente exterminio’ porque parece ser era un cáncer. La denuncia nunca salió del Cuartel de la Guardia Civil, y medio año después fue archivada por un juez calificándola poco menos que de un rifirrafe entre políticos. Hace unos meses a mi compañera de Grupo Municipal, Rocío Cambra, también con nocturnidad y alevosía, le cortaron la manguera del agua en la obra de su casa en construcción causando daños de una cierta consideración. La semana pasada, nada más comenzar la campaña electoral varias docenas de banderolas de Manifesto Miñor fueron derribadas con saña de las farolas y desparramadas entre las silveiras. Esta misma semana nuestros carteles colocados en los espacios que legalmente nos concede la Junta Electoral están siendo saboteados… Y ahora esto en el portal del garaje de mi casa”, relata Araújo.
“Le pido a quien tenga ascendencia sobre este tipo de hooligans que digan o hagan algo para cortar de cuajo estas prácticas. Sería bueno para todos. Por mi parte solo tengo que decir que este tipo de acciones filo-nazis solo refuerzan mis convicciones y objetivos, que no son otros que la defensa del bien común, y que obviamente, ni me van a callar ni me van a meter miedo”, concluye el actual concejal y candidato de Manifesto Miñor.
