“La humanización de la Villa de Gondomar debe ser pensada en su conjunto”

El alcalde de Gondomar, Paco Ferreira, explicó el pasado lunes a los comerciantes y vecinos de la Plaza Rosalía de Castro el proyecto de humanización de la zona. Antonio Araújo, portavoz de Manifiesto Miñor, quien asistió a la reunión, critica que haya tardado un mes en hacerlo. “El resultado fue un baño de realidad y sentido común por parte de un colectivo que trabaja a destajo para sacar adelante sus negocios, sus familias y pagar los impuestos municipales, gracias a los cuales el Sr. Ferreira puede presumir de un gobierno con siete dedicaciones exclusivas, incluido su generoso salario”.

“No le sirvió de nada vender humo y prometer aparcamientos a centenares delante de quien está cansado de agravios y olvidos. Los comerciantes le dijeron que si quería ayudar que rebaje o suprima impuestos y tasas como hicieron otros ayuntamientos durante la pandemia. Para escarnio de los presentes se atrevió a comparar la Villa de Gondomar con Barcelona; o que el Ayuntamiento haría la vista gorda por meter los coches en las zonas peatonales para recoger la compra, etc. como ya hace algún comercio; o que los vecinos de los primeros iban a poder dormir con el cambio de pavimento. Un argumentario tan pobre como el proyecto presentado, tratando a los asistentes como indocumentados”, afirma Araújo.

“También dijo que por responsabilidad no iba a renunciar al millón de euros del Plan Ágora de la Diputación (fondos europeos) que solo pueden ser empleados en este tipo de proyectos humanizadores. Una vez más el Sr. Ferreira mintió. Primero en las cantidades máximas de subvenciones que se pueden obtener a través del Plan Ágora: 50.000€ para la redacción del proyecto y 100.000€ para las obras. De los 800.000€ (80%) a cuenta de la Diputación y los 200.000€ (20%) del Ayuntamiento que nos vendió, nada de nada. Y segundo, en caso de que la subvención solicitada fuera por la vía del Plan RECPON, también con fondos europeos gestionados por la Diputación y vinculado a la Red Ágora, efectivamente sería posible obtener la subvención de los 800.000€, pero, podrían ser empleados en otro tipo de proyectos, como por ejemplo la rehabilitación del CDL (Actuaciones de tipo 1 según las bases publicadas en el BOP de 21 de junio)”, añade el portavoz de Manifiesto Miñor.

“Obviamente, si la solución de un problema se propone partiendo de semejantes premisas como comparando Gondomar con Barcelona, el fracaso está asegurado. La humanización de la Villa de Gondomar (a la que nadie se opone) debe ser pensada en su conjunto, y pasa en primer lugar por tener claro cuál es papel que queremos jugar dentro de la comarca del Val de Miñor y del Área Metropolitana de Vigo. Desde siempre la gente vino a Gondomar, y sigue viniendo, buscando comercio, servicios, u ocio de calidad. Algo de lo que podemos estar orgullosos y que el Sr. Alcalde desprecia intentando imponer un modelo de villa dormitorio sin abrir el mínimo debate social o diálogo con las personas que trabajan o vivimos aquí”.

Araújo recuerda que Gondomar no tiene paseo marítimo ni un casco viejo histórico, y depende exclusivamente de la calidad y variedad de lo que ofrece, sea comercio, servicios, ocio, etc. “En un espacio tan pequeño como es la Villa de Gondomar hay de todo, y eso lo saben bien los clientes que vienen desde Tui, Tomiño, A Guarda, Nigrán, Valadares, etc, y por supuesto de nuestras parroquias. Cualquier cambio que sea entendido por los potenciales clientes como un atranco que dificulte la movilidad o el acceso a la Villa, así como la supresión de aparcamientos, provocará, ya lo está haciendo, la derivación de clientela a las grandes superficies de Porto do Molle en Nigrán (a 15minutos), a la Ramallosa (5 minutos), etc”.

“Cierto que hay una parte del trabajo que tienen que hacer los comerciantes, como ponerse al día en muchas cosas, incluso en competir con la venta on-line, etc, por eso es tan importante la implicación del Ayuntamiento en estos nuevos retos en vez de ahogar al comercio de proximidad que aún nos queda y tronzar las sinergias existentes con otros productores locales, etc. Lamentablemente cuando lo que se busca y la rentabilidad electoral inmediata o el aplauso fácil y la foto, el futuro pasa a un segundo plano. Pues habrá que luchar, y somos muchos los que estamos dispuestos a hacerlo”, concluye el portavoz de Manifesto Miñor.