Avelaíña logra cero ingresos hospitalarios en los dos meses y medio de confinamiento

El brote epidémico del coronavirus que dio origen al COVID-19 ha producido una situación de gran sufrimiento para la población, pero en las personas que padecen enfermedad mental se agravó por el aislamiento que la propia enfermedad genera, con una mayor desconexión de la realidad.

Esto se suma a que las personas con trastornos de salud mental previos, tienen un riesgo importante de recaídas, por eso el pasado 16 de marzo se puso en marcha un servicio de atención psicosocial telemática, atendido por psicólogos y educadores sociales con un carácter fundamentalmente proactivo, que permitió una detección precoz, valoración especializada de situaciones de necesidad, aportando herramientas para sobrellevar la situación de alerta sanitaria.

Estos profesionales realizaron un apoyo emocional, transmitiendo cercanía y tranquilidad, ofreciendo pautas, acompañando a familias en situaciones difíciles, en definitiva, haciendo sentir a las personas que cuentan con los apoyos necesarios para afrontar estas situaciones extraordinarias.

“Nuestros profesionales tenían instrucciones de llamar todos los días a cada uno de los usuarios que participan en nuestros servicios” comenta Rafa Álvarez. “Si a la población en general el confinamiento le genera mucha ansiedad, en estas personas el efecto es más devastador. Por eso, la labor de apoyo, de seguimiento, de detectar cualquier incidencia o riesgo añadido, poder transmitirlo y coordinarnos con otros recursos sanitarios, sociales, de psiquiatría, protección civil, fue fundamental”, declara el Gerente.

En algunos casos no aguantaron la rigidez de las normas y el hecho de estar encerrados, por lo que esta situación ha supuesto una bomba de relojería…. Hemos tenido situaciones de descompensación, intentando evitar el deterioro progresivo de bastantes casos, con numerosas intervenciones en domicilios, explica el Gerente.

Toda este trabajo deja al descubierto una realidad precaria que la Entidad sufrió por la escasez de medios, redoblando sus esfuerzos y adaptándose a cada situación ante la dificultad añadida que supuso esta situación excepcional.

“Partes de guerra”

En un informe elaborado por la Asociación con datos recogidos a diario, se destaca que en el periodo del 16 de marzo al 31 de mayo, se han atendido de forma directa a 132 personas y a 76 familiares y se realizaron 120 salidas terapéuticas.

Las conversiones (telefónicas, chats, videollamadas…) ascendieron a cerca de 5.000, de las cuales, la media de cada llamada era de 20 minutos. La conversación más larga llegó a 2 horas, 40 minutos con un usuario que vivía solo.

Se han realizado alrededor de 11.500 actuaciones, para dar apoyo, informar, resolver dudas, buscar recursos, gestión de compra de alimentación, tabaco, supervisión de la medicación, visitas presenciales, prestando especial atención a personas que viven solas, que presentaron una mayor vulnerabilidad y las que contaban con un teléfono de guardia permanente al que podían llamar las 24 horas del día, los 7 días de la semana.

Reapertura de los Centros a nivel presencial

En estos momentos han reiniciado la actividad presencial con los usuarios con todas las garantías sanitarias. “Toda precaución es poca para garantizar la seguridad de todos los que formamos Avelaíña” declara Rafa Álvarez, “por ello hemos trabajado en la elaboración de protocolos que permitan la reorganización de los programas y servicios para adaptarse a las nuevas circunstancias”.

El reinicio se está realizando de forma paulatina combinando la atención presencial con llamadas periódicas para conocer su estado y ayudarles con los problemas que les puedan surgir… centrados en la gestión de la nueva normalidad, como el manejo de mascarillas o apoyo emocional.