Una de las principales cuestiones de este verano es cómo se gestionarán las playas y Baiona, al igual que Sanxenxo, aboga por llevar a cabo la parcelación de sus arenales en espacios de 3×3 metros. Según explicó el alcalde Carlos Gómez a este diario, aplicarán un método “lo menos intrusivo posible” evitando la utilización de estacas unidas entre sí por cintas. A principios del mes de junio pondrán en práctica una prueba piloto en el arenal de Ribeira “por ser el más céntrico de todos y en el que se prevé un mayor volumen de bañistas”, y poco a poco lo extenderán a Frades, Barbeira, Concheira, Santa Marta y Ladeira pero adaptándolo a las peculiaridades de cada zona. Para ello contemplan la utilización de algún elemento delimitador sobre la propia arena y que en todo caso se aplicará sobre la franja libre de mareas, dejando el resto sin acotación para que no se forme la acumulación de usuarios en la orilla. “Estamos buscando el modo de marcar los sectores con cintas en el arenal seco para que el impacto medioambiental sea mínimo”, explicó
Gómez añadió que de este modo marcarán las pautas para garantizar la distancia de seguridad pero apela a la responsabilidad social para que las medidas sean efectivas. Además del acotamiento de los arenales, el regidor baionés plantea otra batería de medidas orientadas a la ordenación del tránsito peatonal por diferentes puntos del centro urbano. En este sentido explicó que el plan de seguridad se centrará en el Paseo de Alfonso IX, las calles del casco antiguo, Ventura Misa, calle Conde o Elduayen, entre otras. Implantarán un sólo sentido de circulación para obligar a los viandantes a que lleven a cabo un recorrido marcado en una sola dirección. “En cualquier caso las medidas también pasarían por la colocación de carteles informativos enumerando las indicaciones implantadas”, añadió.
Otro de los puntos que todavía está por determinar es el relativo al de las terrazas, aunque la idea principal es la del aumento del espacio asignado a cada establecimiento para que puedan montar el máximo número de mesas posibles. “Es un intento por tratar de minimizar el impacto económico de la crisis sanitaria sobre nuestros hosteleros”, afirmó. Ya para finalizar, el alcalde repitió una vez más que “es de vital importancia que nuestros vecinos no bajen la guardia y que sigan haciendo gala de la responsabilidad demostrada durante los dos últimos meses”, para que la nueva normalidad llegue en el menor tiempo posible.
