
Triunfo de campeonato para el Cereixa FS que permite a los de Vincios consagrarse a falta de un partido en lo que será el cierre de una temporada inolvidable. 29 partidos, 25 victorias, 4 derrotas, equipo menos goleado (63) y máximo goleador (168), son algunos de los números que hay que leer dos y tres veces para entender el mérito de los de Gondomar.
El de ayer era un partido para valientes, para dar un golpe en la mesa y sacarse esa presión de haberse quedado tantas veces a las puertas del objetivo… Y los locales salieron enchufadísimos para acorralar a un buen Apóstol FS que compitió mientras le duraron las fuerzas.
Edu Rodríguez abriría el marcador al revolverse y marcar de disparo bajo junto al palo. Gabriel Denis Vasconcellos pondría el 2-0 mediada la primera mitad y parecía que el partido sería tranquilo. Sin embargo, en casi la primera oportunidad clara del visitante, llegaba el descuento alertando a los de Vincios de que habría que sudarlo si querían los 3 puntos (2-1).
Después del paso por vestuarios, el visitante comenzó a dar síntomas de cansancio y los locales adelantaron líneas para ampliar la renta. Álex Cabral lograría conectar un disparo raso y cruzado que significaba el 3-1. Con la renta y el control del partido, el Vincios Cereixa Gondomar FS se dedicó a tener la pelota y a dejar que el tiempo se agotara.
Un cansado Apóstol FS quiso pero no pudo inquietar la portería local que sería infranqueable en la segunda mitad. Pitido final y los locales que se agolparon en el centro de la pista para agradecer el apoyo de la afición y comenzar el clásico canto de “Campeones, Campeones, oe oe oe”. Desde ahí, a una cena que fue mejor incluso que el título conseguido y que pone de manifiesto otra vez que en Vincios, Gondomar, hay un equipo que será para siempre historia.