El colectivo miñorano Co-mando Ghichas se integra en la plataforma “Galicia, un futuro sin carbón”

Galicia será uno de los países europeos más perjudicados por el cambio climático. Con todo, serán los países empobrecidos del Sur global los que lleven la peor parte, a pesar de no ser responsables de la crisis climática. Este último no es el caso de Galicia, donde las emisiones por habitante son bastante superiores al promedio mundial y mismo superan el promedio de la UE. “Como país tenemos una responsabilidad y un deber, el de hacer nuestra parte para luchar contra el mayor desafío de nuestro tiempo”, señalan desde la nueva plataforma “Galiza, Un Futuro Sen Carbón”.

La aportación al cambio climático desde Galicia se distribuye de forma muy desigual. Cinco grandes empresas multinacionales (ENDESA, Naturgy, Alcoa, Repsol, Ferro Atlántica) son propietarias de fábricas que acumulan más del 40% de las emisiones anuales gallegas de dióxido de carbono (CO2) y otros gases con efecto invernadero causantes de cambio climático. Y tan sólo dos de esas industrias, las centrales térmicas de carbón de As Pontes (ENDESA) y de Meirama (Naturgy, antes Gas Natural Fenosa) emiten un tercio de los gases de invernadero lanzados a la atmósfera desde nuestra tierra (el 34% de promedio anual en 2012-2016).

Desde hace ya cuatro décadas, estas centrales de carbón producen electricidad sucia generando, además de cambio climático, contaminación tóxica que también se extiende más allá de nuestras fronteras. El carbón que las alimentó dejó una honda huella destructiva en nuestro territorio, mas también en los de otros países, pues parte del carbón usado en las térmicas emplazadas en Galicia fue importado y extraído muchas veces en condiciones de semiesclavismo de minas del Sur del planeta o con enormes daños ambientales en áreas de elevada biodiversidad. Desde hace diez años, una vez cerradas las minas gallegas de lignito de As Pontes y As Encrobas, el 100% del carbón que se quema en Galicia procede de al otro lado de nuestras fronteras.

El último informe del Comité Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) advierte de la necesidad de limitar el aumento de la temperatura media global a 1.5º C, se queremos evitar los peores efectos del cambio climático en curso. Para eso cumpliría no retrasar más una rápida y honda transformación de la economía que, entre otras muchas cosas, obligaría a reducir drásticamente el consumo mundial de carbón, el combustible fósil más perjudicial para el clima. Para 2030, el consumo total de carbón debe disminuir en por lo menos dos tercios y para 2050 su uso en el sector energético debe ser casi nulo.

“Ante la situación de emergencia climática global, es más necesario que nunca cerrar las viejas e ineficientes centrales de carbón de As Pontes y de Meirama. No es el momento de prorrogar su vida útil por 25 años más mediante reformas que no disminuirán las elevadas emisiones de CO2 inherentes a la quema de carbón. Es el momento de planificar su cierre a corto plazo, garantizando una transición justa para los trabajadores y las trabajadoras afectadas”, destacan.

“Las centrales térmicas de carbón situadas en Galicia deben cerrar lo antes posible. La central de Meirama ni siquiera comenzó las reformas necesarias para adaptarse a la nueva legislación europea, que limita parte de sus emisiones contaminantes a la atmósfera; de seguir así se vería obligada a cerrar las puertas en el 2020. Lamentablemente, la central de As Pontes, con las enhorabuenas de las instituciones gallegas, sí puso en marcha las obras de la reforma con las que pretenden, en principio, funcionar hasta 2045. Sin embargo, reclamamos su cierre, a más tardar, en 2025”.

Según la plataforma, en Galicia, la lucha contra el cambio climático pasa por transformar muchos de nuestros patrones sociales, mas sobre todo y en primer lugar por el cierre de las centrales térmicas de carbón. “No hay ninguna otra medida singular que hoy permita disminuir, de manera tan rápida e importante, las emisiones de gases de efecto invernadero en nuestra tierra, con grandes beneficios para el conjunto de la sociedad, por ejemplo, en términos de salud pública o de soberanía energética. El logro de reducciones comparables en sectores como el transporte, la vivienda o la agricultura, también necesarias, serán mucho más lentas y difíciles”.

Las organizaciones integrantes de la plataforma “Galiza, Un Futuro Sen Carbón”, enmarcada en la alianza europea Europe Beyond Coal, reclaman que en 2025 estén cerradas todas las centrales nucleares y de carbón en Galicia y en el Estado, junto con las nucleares. “Este objetivo es factible de producirse el necesario impulso de las energías renovables (con participación ciudadana, incentivando la autoprodución) y del ahorro, la eficiencia y la suficiencia energéticas. Y más aún si emprendemos una radical transformación de un modelo de producción y consumo totalmente insostenible que no tiene en cuenta los límites planetarios”.

“Porque es un imperativo ambiental. Porque no necesitamos el carbón como fuente de energía. Porque es demasiado caro. Porque buscamos una transición justa en la que ya disponemos de otros modelos sostenibles para prescindir del carbón. Porque existen límites legales a las emisiones de gases diferentes del CO2 provocadas por las térmicas (nuevos límites de emisiones contaminantes europeos que entran en vigor en el año 2020 sin excepción la ninguna central térmica). Porque aumentan la deuda ecológica contraída por la economía gallega con el Sur global. Y porque, además, parece existir un compromiso del Gobierno del Estado por el fin del carbón, que tenemos que reforzar y exigir lo antes posible”.

“La crisis climática es uno de los grandes retos a los que se enfrenta la humanidad. Continuar produciendo electricidad a partir del carbón, descartando alternativas justas y ecológicas viables, solo beneficia a unas pocas personas. Queremos un futuro mejor para nuestro pueblo y para la humanidad, para las generaciones actuales y para las futuras. Por eso, precisamos, sin más demoras innecesarias, una Galicia sin carbón”, concluye su manifiesto.

La Plataforma “Galiza, Un Futuro Sen Carbón” está integrada por los siguientes colectivos: ADEGA; Amigos da Terra; Asociación Naturalista «Baixo Miño» (ANABAM), Asociación Pola Defensa da Ría (APDR); Co-mando Ghichas; Ecoar Global; Ecoloxistas en Acción; Feitoría verde; Greenpeace; Nosa Enerxía; Petón do Lobo; Plataforma contra a Mina de Touro-O Pino; Verdegaia.