El CEE de Panxón crea un restaurante escolar para financiar la excursión de fin de curso

FOTO: TOLEAMOS (SEN+)

Alumnos y profesores del CEE de Panxón vienen de involucrarse en un nuevo proyecto al que denominaron “Toleamos (Sen+)”. Se trata de la creación de un restaurante en el centro que nace con el objetivo de financiar la excursión de fin de curso, ya que en los dos últimos años no pudieron realizarla por falta de dinero.

También nace de la posibilidad de contar con un profesor de cocina, Álvaro Rey, y disponer de una nueva cocina en el colegio gracias al empeño de su director, Rafael Lores. “Así, pensando juntos, surgió la idea de que ya estábamos un poco cansados de cocinar siempre para nosotros mismos, que era el momento de cocinar para otros, comensales reales que apreciaran nuestro trabajo y nuestro esfuerzo”.

Ya tenían un producto o servicio con relevancia social: su restaurante, y un público auténtico al que ofrecer ese producto o brindar ese servicio, lo más importante para iniciar un proyecto. Luego faltaba elegir el nombre, diseñar el logo, decidir y calcular el coste del menú, gestionar las reservas, organizar la sala, decorar las mesas y las paredes, organizar la recepción de los comensales y el ropero, pensar si pedir un crédito (o un préstamo), buscar precios de billetes, entradas, etc., para saber cuánto dinero necesitaban, y repartir las funciones y aprender a realizarlas.

“Los profes lo tenemos claro, trabajamos dentro de un modelo de enriquecimiento para todo el alumnado, el modelo SEM de Renzulli, una enseñanza y un aprendizaje de alto nivel para todos. Dentro de ese modelo caben muchas de las metodologías activas y participativas que ponemos en marcha: aprendizaje cooperativo, aprendizaje basado en el pensamiento, trabajo por proyectos… También requiere de implicación personal (tanto de profes como de alumnos) y de altas dosis de diversión”.

Para motivarse fueron a cenar al CIFP Manuel Antonio y vieron a otros alumnos trabajando como verdaderos profesionales. Después llegó el entrenamiento para el aprendizaje de las distintas funciones, la toma de decisiones… y finalmente el producto final: el restaurante ya en marcha con los comensales exigiendo un buen servicio.

“Hicimos una prueba y salió bastante bien, pero ahora ya no es una prueba, es el restaurante de verdad, así que hay más nervios, pero también más ilusión”.

Así, cada jueves del mes de marzo los alumnos y alumnas serán camareros, cocineros, limpiadores, recepcionistas…

Las reservas para disfrutar de esta cena, amenizada además por un espectáculo científico en directo, ya están agotadas.