A finales de agosto del pasado año el gobierno municipal anunciaba por fin el inicio de las obras de la calle Otero Pedrayo y señalaban que pasaría “a ser en dos meses una vía de referencia en las humanizaciones emprendidas por el gobierno local”. La realidad es que los trabajos llevan nueve meses en una situación de semi parálisis, con escasos tres operarios trabajando en ella, con unas obras empantanadas que se eternizan en el tiempo y que no finalizan nunca, y con los vecinos sufriendo las dificultades de accesibilidad y tránsito por su entorno.
El responsable local del BNG, Xavier Rodríguez, afirma que “estas son las consecuencias de una gestión nefasta con esta humanización tan necesaria”, pues recuerda que en el año 2018 una de las exigencias del BNG para apoyar el presupuesto municipal fue la redacción por parte del gobierno local de una propuesta de convenio con el objeto de remitírsela a la Xunta de Galicia para urbanizar la calle. “Pretendíamos que no fuera ya una petición del gobierno local sino una exigencia unánime de la corporación”.
“El gobierno del PSOE se vio apurado por la iniciativa nacionalista y por los propios vecinos de la calle y decidió recuperar protagonismo siguiendo su propia vía, que no fue otra más que solicitarle a la Xunta la transferencia de la carretera, que recibió en un estado deplorable, para arreglarla con fondos propios, mientras tanto la vía continuó degradada durante todo el mandato actual. El resultado fue que la Xunta eludió entusiasta su responsabilidad y el gobierno municipal contrató por fin las obras hacia el final del mandato con cargo a la asignación que le corresponde a Nigrán de los fondos de la Diputación”, continúa diciendo Xavier Rodríguez.
“Ahora nos encontramos con una calle que lleva camino de echar más de un año en obras a consecuencia de las erradas gestiones que solo buscan acaparar protagonismos a costa del dinero y de la paciencia de los vecinos”, concluye el responsable local del BNG.
