Las pruebas forenses descartan la muerte violenta de Albano

Las pruebas forenses realizadas al cuerpo de Albano Manso Núñez, el vecino de Couso de 48 años localizado sin vida en el estuario de A Foz el pasado domingo, concluyen que no hubo indicios de muerte violenta, descartando la participación de una tercera persona en el suceso. Asimismo, el examen realizado fija la fecha de su muerte el mismo día que se le perdió la pista, el jueves 19 de enero.

Estos fueron los únicos datos facilitados por las fuentes judiciales al respecto y pese a que no llegó a trascender cuál fue el motivo que provocó su fallecimiento, todo apunta a que se produjo por ahogamiento tras precipitarse al río Miñor donde fue encontrado casualmente por un joven diez días después, en plena bajamar, cuando circulaba en su coche acompañado de su pareja por la PO-552 a la altura de la desembocadura y en una zona de difícil acceso por la cantidad de lodo que se acumula en el lecho fluvial.

Una vez concluida la autopsia, el féretro del gondomareño fue trasladado a la sala 4 del Tanatorio del Miñor. Hoy miércoles 1 de febrero partirá a las 16:45 horas hacia la Iglesia Parroquial de San Cristóbal de Couso, el funeral tendrá lugar a las 17:00 horas y posteriormente el sepelio.

Albano Manso salió de su vivienda hace 13 días a las 12:00 horas sin teléfono móvil, pero no fue hasta el sábado 21 cuando saltaron las primeras alarmas al comprobar que no se había presentado a trabajar. Justo una semana después se activó el primero de los operativos de búsqueda en el que participaron decenas de voluntarios, efectivos de Protección Civil, Policía Local y Guardia Civil. El despliegue se llevó a cabo en dos turnos, uno de mañana y uno de tarde partiendo desde su domicilio hacia el centro de la villa condal a fin de cubrir todas las posibles rutas que solía realizar a pie al carecer de coche propio. Finalmente, su cuerpo fue hallado el domingo, cuando se cumplía la cuarta y última jornada de rastreos con la incorporación de más efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y drones de la Guardia Civil, aunque por una persona ajena al operativo de búsqueda que prefirió no desvelar su identidad.

Según relató a este diario, tras observar un bulto en una zona del río que quedó al descubierto con la bajamar, estacionó su coche y se acercó acompañado de su pareja, llamaron a los servicios de Emergencias y se adentraron en la marisma. Sin embargo, no pudieron llegar hasta el cuerpo al quedarse enterrados en el lodo. Posteriormente, intervinieron Protección Civil, Policía Local, GES y Guardia Civil que tras varios intentos lograron llevar el cadáver a la zona del paseo, donde aguardaron la llegada del vehículo de la morgue y el juez, que autorizó el levantamiento pasadas las 16:00 horas.