El Gobierno local de Baiona viene de comunicar a las empresas de telefonía el cambio en la normativa municipal que permitirá el tendido aéreo de fibra en los núcleos del rural baionés. Se modifica así la norma, marcada en el propio PGOM, que obligaba la que los tendidos de suministros habían sido enterrados lo que, señala el alcalde Carlos Gómez, “supuso una notable limitación en el despliegue de las redes de telecomunicaciones en el municipio”
La antedicha norma municipal entraba en conflicto con la Ley General de Telecomunicaciones por lo que era necesario un cambio de la misma dado que, esta última norma, posee un carácter jerárquico superior. Por otro lado y debido a la dispersión de población en el rural, este cambio en la normativa remedia el problema de que las vías públicas que dan acceso a dichos núcleos, no sólo carecen de canalizaciones sino que no son aptas para su instalación.
Por lo tanto, el Ayuntamiento de Baiona permitirá los tendidos aéreos de telecomunicaciones en todas las áreas del municipio “que no tengan interés declarado patrimonial, calificación de núcleo urbano o que estando en este y por incapacidad técnica, no se puede realizar de otro modo”.
El alcalde de Baiona, destacó la importancia de esta decisión que permite “a los núcleos parroquias acceder a las nuevas tecnologías de la información”. En ese sentido, Carlos Gómez, recordó que el pasado estado de alarma y el confinamiento que llevaba aparejado, “mostró claramente el déficit que en materia de internet y telecomunicaciones tenían nuestros núcleos rurales”.
Con esta medida, añade Gómez, “facilitamos a todo el vecindario la conciliación familiar y laboral de aquellas personas que puedan teletrabajar, un sistema que por la pandemia del COVID-19, cada día es más utilizado”. En la misma línea, el regidor local hizo hincapié en la importancia de que nuestras vecinas y vecinos, “dispongan de una red de fibra que les permita realizar las gestiones con organismos, entidades bancarias o servicios de salud, al igual que, en casos excepcionales, nuestras niñas y niños, puedan seguir las clases a distancia”.
Se trata, explicó, de “poner a nuestras parroquias en el siglo XXI y contribuir a la modernización y dignificación de los núcleos rurales que fueron los grandes olvidados de los sucesivos gobiernos conservadores”.
