El 100% del personal del almacén de Amazon en O Porriño está secundando este martes la primera jornada de huelga convocada en este centro de trabajo para reclamar mejoras en las condiciones laborales en una empresa que obtiene beneficios milmillonarios. Con motivo del paro, las trabajadoras y trabajadores también se concentraron a las puertas de las instalaciones de la compañía desde primera hora de esta mañana hasta pasado el mediodía.
El seguimiento masivo de la huelga en el almacén (donde trabajan alrededor de 70 personas de las más de 90 que Amazon tiene contratadas en estas instalaciones) está afectando a la salida de los paquetes y se calcula que la mitad de los envíos quedarán sin repartir. Además, la paquetería que sí salió lo hizo con mucho retraso con respecto a una jornada ordinaria.
Sobrecarga de trabajo y condiciones precarias
“Mucho trabajar para casi no cobrar”, “estamos hartas de ser explotadas”, “no somos robots somos trabajadores” o “trabajo precario, beneficio millonario” fueron algunas de las consignas más gritadas por las trabajadoras y los trabajadores de la plataforma logística durante esta jornada de huelga. Un paro convocado por el comité -con mayoría de la CIG- para denunciar la falta de personal suficiente y los elevados ritmos que tienen que soportar las trabajadoras y trabajadores para poder sacar adelante la carga laboral.
Este esfuerzo continuado tiene consecuencias directas sobre su salud y a pesar de que el comité lleva meses intentando que la dirección tome medidas al respecto, la única respuesta fue el silencio. A la sobrecarga de trabajo, explica Carlos Lamosa, responsable de Transporte de la FGAMT-CIG de Vigo, se suma la precariedad en la contratación (casi todos los contratos son a tiempo parcial o fijos-discontinuos), incumplimientos en materia de prevención de riesgos o el hecho de tener que trabajar en domingos sin remuneración ni compensación de ningún tipo.
Con el agravante, añade Lamosa, de que esta precariedad sucede en una empresa que año a año obtiene beneficios milmillonarios y en la que su propietario, Jeff Bezos, es uno de los hombres más ricos del mundo. “Amazon es un ejemplo de precariedad laboral y explotación”, denunció.
De este modelo de explotación forma parte también la masiva externalización de la actividad, con la contratación de numerosas ETT para realizar trabajo dentro del propio almacén y la subcontratación del reparto en empresas externas o a través de personal autónomo.
A finales del mes de enero está fijada una reunión con la dirección de la empresa y en función de lo que suceda en ese encuentro no se descarta la convocatoria de nuevas movilizaciones y huelgas porque “el personal no va a renunciar a los derechos que en justicia les pertenecen y continuará luchando hasta que se atiendan sus legítimas demandas”.

