Manifesto Miñor denuncia en un comunicado que en la Plaza Paradela se utilizaron losetas de granito de 12 cm y no de 15 como figura en el proyecto y en el presupuesto aprobado. “La Plaza de A Paradela tiene una extensión de 3000 m/2. El proyecto de empedrado duro para este recinto incluía una sección de la piedra de 15cm, grosor innecesario propio de las épocas del malgasto y corrupción. Así estaba presupuestado y así existe la intención de ser cobrado. Pero la realidad no concuerda con el presupuesto. En la verdad, fueron colocadas un buen porcentaje de metros cuadrados con losetas de piedra con un ancho inferior al figura en el proyecto, concretamente 12”, advierte Xosé Antón Araúxo.
Según el concejal de Manifesto Miñor, en las certificaciones de obra, ya recibidas y validadas por el Ayuntamiento, tampoco figura esta circunstancia, ni aparece compensación alguna para el erario público por esta falta de volumen. En los presupuestos que este grupo ha solicitado la empresas del sector, se constata una diferencia de 6€ por metro cuadrado como mínimo, por lo que estaríamos delante de un sobrecoste injustificado que se acerca a los 20.000€.
“No sabemos si existe alguna razón que justifique esta anomalía, ya que en la documentación administrativa oficial no aparece. Desde Manifesto Miñor, solicitamos que se haga un peritaje, con catas, para constatar la superficie total en la que se empleó piedra de 12cm, en lugar de los 15 cm presupuestados. Esta plaza que podría ser el centro de la imagen de un Gondomar natural y que finalmente quedó en un adoquinado duro, que los rigores climáticos del calor del verano y de los fríos de los inviernos convertirán en un hábitat poco amable con la ciudadanía. Actuación que finalmente dio en una copia de un desubicado casco histórico urbano. Ahora, tampoco cuadran las cuentas de su construcción”, lamenta Araúxo.
“Desde Manifesto Miñor, nos comprometimos a hacer una auditoría en el próximo mandato municipal de todas las obras encargadas desde la alcaldía en este período, para evaluar si las adjudicaciones a las empresas adjudicatarias y los montantes gastados, se emplearon como indica la ley de la contratación pública. Este dato es especialmente doloroso, cuando en muchos lugares de Gondomar no hay saneamiento, o están en condiciones insalubres, o hay carencias básicas en las parroquias”, concluye el concejal.
