En unas semanas se retomarán las obras de construcción del nuevo Centro de Salud de Gondomar. La empresa encargada de los trabajos, Dragados, así se lo comunicó al alcalde, Paco Ferreira, trasladándole que los informes dan luz verde a su continuación al confirmar que el solar de la Rúa das Ánimas no es inundable.
Los actuales trabajos se centran en rematar la cimentación del edificio así como sus pilares. Desde el Concello esperan que se cumpla el plazo previsto de ejecución de 14 meses, y teniendo en cuenta que la estructura está prácticamente acabada, podría estar operativo en 12 meses.
En los próximos meses, Ferreira concertará una visita con el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuiña, para comprobar sobre el terreno la evolución de las obras. En cuanto a una nueva modificación del proyecto, el regidor no la cree posible, aunque no descarta que una vez terminado se lleven a cabo modificaciones.
Este nuevo centro de la red sanitaria pública gallega, con un presupuesto de 2.355.755,70 euros, atenderá una población de 10.600 personas y va a contar con seis consultas de medicina general y seis de enfermería. Además habrá una consulta de matronas y otra sala de educación maternal, una sala de toma de muestras, otra de espera, una sala de técnicas y dos polivalentes.
El área de pediatría contará con una consulta, una sala de espera propia, una consulta de enfermería pediátrica y un aseo. Finalmente, en las zonas de administración y otros usos se construirán un área de admisión, un archivo de historias clínicas, dos almacenes, una sala de calderas, otra de estar para el personal y aseos, tanto públicos como para el personal. Además habrá una sala de juntas y biblioteca.
El nuevo Centro de Salud de Gondomar, diseñado en diciembre de 2008 y rediseñado en 2010, se licitó por primera vez el 10 de agosto de 2015. En mayo de ese mismo año, previo a las elecciones municipales, comienza su construcción y en agosto se paraliza por quiebra de la empresa CORSAN-CORVIAM. Justo dos años después, en agosto de 2017, se adjudica de nuevo el contrato, comenzando de nuevo su construcción al mes siguiente. En enero de 2018 se volvieron a paralizar las obras, a la espera de los informes realizados por Augas de Galicia sobre si los terrenos eran o no zona inundable.
