El conselleiro de Economía, Empleo e Industria, Francisco Conde, señaló hoy que se está trabajando junto con la Consellería de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria para ofertar a los centros educativos la nueva materia de Consumo Responsable. Esta disciplina será de libre elección para lo primero ciclo de la ESO (se podrá impartir en primero o en segundo curso) y se espera que se pueda comenzar a implantar el próximo curso académico en los centros que lo soliciten.
El conselleiro, que visitó las actividades que desarrolla la Escuela Gallega de Consumo con motivo del Día mundial de las personas consumidoras y usuarias, que se celebra el 15 de marzo, señaló la importancia de la formación en este campo para que la ciudadanía sea consciente de sus derechos y responsabilidades para así poder ejercerlos plenamente.
La información y la divulgación es clave para la protección efectiva de los consumidores, y así durante lo 2016 la Escuela organizó más de 300 actividades que llegaron la cerca de 9.000 personas. Hoy visitan el centro, dependiente del Instituto Gallego del Consumo y de la Competencia, el CPI Mestre Rodríguez Xixirei y el CEIP Monte dos Postes de Santiago. Junto con las actividades organizadas por el Laboratorio de Consumo de Galicia, cerca de 700 chavales se acercarán al consumo responsable a lo largo de esta semana.
En su visita, el conselleiro señaló que una de las metas de la Consellería para esta legislatura es poner en marcha un nuevo Plan para la Protección de las Personas Consumidoras, que refuerce el intenso trabajo que Consumo desarrolla. En 2016, el *IGCC tramitó cerca de 17.200 reclamaciones, abrió cerca de 2.200 expedientes sancionadores, por un total de 20,9 millones de euros, y se emitieron más de 3.100 laudos arbitrales.
El nuevo Plan, entre otros aspectos, buscará mejorar la calidad del servicio a los consumidores gallegos, modernizando la atención telefónica, digitalizando y optimizando procesos, y poniendo en marcha una medida pionera como el arbitraje electrónico. El Plan también incluirá acciones para incrementar la prevención de riesgos para las personas consumidoras, como el impulso de Códigos de Buenas prácticas sectoriales, o campañas de control de los nuevos formatos de consumo que están surgiendo.
